domingo, 22 de agosto de 2010

Homenaje a "Orión":

Este pequeño rincón está destinado para un modesto pero muy sentido y merecido homenaje a quien en vida fuera "mi mejor amigo y compañero". "Orión", un hermoso labrador dorado, nacido el 5 de octubre de 2001 y cuya vida se extinguió el pasado 17 enero de 2010 a la prematura edad de ocho (8) años. A los dos meses y medio de nacido, recibió el nombre de "Orión", por el mitológico guerrero que le da el nombre a la majestuosa constelación que desde los confines del universo nos recuerda que formamos parte de él. "Orión" me supo brindar su sincero amor canino, su alegría, su lealtad y su fiel compañía, características que abundaron por toneladas en estos 38 kilos de pura ternura y todo a cambio solo de comida, agua fresca y muchas caricias.

Quedan en mi memoria, miles de momentos de toda una vida llena de entrega incondicional y de tierna y feliz compañía.

Que hocico más bello; que mirada más noble; que intelignete; que pinta de vacán!
 
Para mi peludo amigo este homenaje en su memoria. Este "perruno amigo" tendrá siempre un lugar en mi corazón, que estará por siempre adornado con sus más bellos recuerdos.
 
Su triste final:

El final de la vida de esta tierna mascota estuvo acompañado por un malestar que mi peludo amigo experimentó por espacio de varias semanas, malestar que se hizo más intenso en los últimos 10 días.


Pero aunque sabemos que todos en algún momento tendremos que morir, el dolor más grande que le puede quedar a uno como ser humano, en tratándose de salvarle la vida a otra persona o a un animal (como fue mi caso), es que sea uno mismo el que lleve al paciente a la clínica u hospital equivocado. Hay que decirlo, pero en algunos de estos centros, el factor reinante es la incompetencia médica, la falta de experiencia, la mala voluntad y sobre todo el "hambre por el dinero". Pués tristemente Orión contó con la mala fortuna de llegar a una clinica veterinaria de las descritas anteriormente, donde una joven "doctora" (que estoy seguro, no tiene ni la más remota idea del significado de la palabra -doctor- o no debe saber que es ser docto en una materia) lo único que supo hacer fue aprovecharse del amor que algunas personas sentimos por los animales y dedicarse a inventar diagnósticos para atemorizarlo a uno y de esa manera, uno esté dispuesto a pagar lo que sea porque le salven la vida a la amada mascota enferma. Este tipo de clínicas veterinarias, regularmente son "cadenas de clinicas" de un inversionista adinerado, que no es veterinario ni tiene idea de la ciencia veterinaria, y como dueño de la cadena suele contratar a recien egresados de las facultades de veterinaria, para encargarlos del centro de atención y aprovechado su inexperiencia, condicionarles sus ingresos al monto de la facturación que cada encargado logre hacer en el negocio a su cargo durante el periodo. Dicho de otra manera, son mercaderes de la salud animal (que también los hay para la salud de humanos).

El resultado final es que esta joven "veterinaria" cobró más de medio millón de pesos colombianos (unos USD$250) por tres días de hospitalizacion, supuestamente con exámenes, placas radiológicas (radiografías que verdaderamente eran una verguenza) y otras cosas que servían para incrementar el valor de la factura, todo por un diagnóstico y tratamiento absolutamente errados, que hicieron que se perdiera tiempo valioso, ya que fue necesario llevar al animal a otra clínica veterinaria, seria, de reconocida trayectoria y prestigiosa en el sector (que dicho sea de paso, solo cobró algo más de la mitad, pero por mucho más de lo que hizo el otro establecimiento), pero, que con todo y eso, lamentablemente no pudo revertir el tratamiento errado de la anterior clínica.

En resumen, mi muy querido amigo Orión fue víctima de una enfermedad llamada "LEPTOSPIROSIS CANINA", enfermedad que puede afectar mamíferos tanto domésticos como salvajes, teniendo a las ratas como la fuente más común de infección, siendo el hombre el huésped final, ya que son raros los informes de transmsión de la infección de una persona a otra. Se conocen alrededor de unas 300 serovariedades.

La leptospirosis que acabó con la vida de mi tierno amigo, fue detectada en cuestión de medio día por la veterinaria de la clínica seria, prestigiosa y de reconocida trayectoria, pero desafortunadamente ya era tarde para Orión, porque había perdido más de dos preciosas semanas en manos de alguien que no sabía de su oficio y que solo ama el dinero pero no la vida de las criaturas que prometió salvar en su juramento médico.

"Orión" seguirá siendo mi entrañable y verdadero amigo y el rey de mi pequeño universo. Como lo extraño!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece un bello homenaje para alguien peludamente especial.